...Porque de la abundancia del corazón habla la boca. (Mateo 12:34)
Una pareja celebraba sus bodas de oro, y estuvieron todo el día de fiesta, celebrando con cantidad de familiares y amigos que acudieron a felicitarle. Por eso se sintieron aliviados cuando al anochecer, pudieron quedarse solos en el jardín contemplando la puesta de sol y descansando del ajetreo de todo el día.
En un determinado momento, el anciano se quedó mirando afectuosamente a su mujer y le dijo:
- "¡Querida, estoy orgulloso de ti!"
- "¿Qué has dicho?" Preguntó la anciana. Ya sabes que soy un poco dura de oído. Habla más alto.
- "¡Estoy orgulloso de ti!"
- "Me parece muy lógico", dijo ella con un gesto despectivo. "También yo estoy harta de ti".
De oído oiréis, y no entenderéis;
Y viendo veréis, y no percibiréis.
Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado,
Y con los oídos oyen pesadamente,
Y han cerrado sus ojos;
Para que no vean con los ojos,
Y oigan con los oídos,
Y con el corazón entiendan,
Y se conviertan,
Y yo los sane.
(Mateo 13:14-15.)
Fuente Parameditar.com
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por compartir tu opinio, ya que es muy importante para nosotros. Este comentario sera revisado y está esperando ser aprobado por un administrador.