Cierto día cuando estaba en el bosque vi que un joven de 16 años aproximadamente, golpeaba un árbol, fui donde el estaba, me senté y solo miré, cuando vi que cesó de golpear aquel árbol, solo dije: ¡muy duro he! tienes problemas y los resuelves golpeando un árbol.
-Si así soy, duro y fuerte.-
-Prefieres golpear un árbol descargar toda tu energía en él y abandonar tus problemas sin tratar de resolverlos,...que bien.-
-Así que duro y fuerte.
Ven, te voy a decir algo.-
Lo llevé hasta donde estaba un Roble, después lo lleve a donde estaba un bambú...
-Obsérvalos, el Roble es Grande, Duro, y muy Fuerte, igual que tu, y El bambú es muy Delgado, y Flexible. En tiempos de tormenta cuando los vientos soplan muy fuerte el único que sobrevive a tal desastre natural es el bambú, ya que el roble es muy duro para soportar la tormenta.
El bambú con su gran flexibilidad soporta toda tormenta se mueve y dobla en armonía hacia donde los vientos se dirijan y el roble como es tan duro, esta tan estático que en ves de doblarse se quiebra, trata de resistir de imponerse ante la tormenta hasta que tarde o temprano cede. Pasada la tormenta el único que queda de pie es el bambú delgado y flexible, listo para soportar otra tormenta.
En tu vida considera cada problema como una tormenta y decide si te comportas como un bambú o como un roble.
Si crees que soy un sabio; estas equivocado… Solo soy un leñador.
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
-Si así soy, duro y fuerte.-
-Prefieres golpear un árbol descargar toda tu energía en él y abandonar tus problemas sin tratar de resolverlos,...que bien.-
-Así que duro y fuerte.
Ven, te voy a decir algo.-
Lo llevé hasta donde estaba un Roble, después lo lleve a donde estaba un bambú...
-Obsérvalos, el Roble es Grande, Duro, y muy Fuerte, igual que tu, y El bambú es muy Delgado, y Flexible. En tiempos de tormenta cuando los vientos soplan muy fuerte el único que sobrevive a tal desastre natural es el bambú, ya que el roble es muy duro para soportar la tormenta.
El bambú con su gran flexibilidad soporta toda tormenta se mueve y dobla en armonía hacia donde los vientos se dirijan y el roble como es tan duro, esta tan estático que en ves de doblarse se quiebra, trata de resistir de imponerse ante la tormenta hasta que tarde o temprano cede. Pasada la tormenta el único que queda de pie es el bambú delgado y flexible, listo para soportar otra tormenta.
En tu vida considera cada problema como una tormenta y decide si te comportas como un bambú o como un roble.
Si crees que soy un sabio; estas equivocado… Solo soy un leñador.
Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo;
echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.1 Pedro 5:6-7.
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