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viernes, 30 de abril de 2010

COSAS DE VALOR QUE NO SE VEN

Se dice que un joven le decía a un ministro evangélico que él creería en Dios

cuando pudiera verlo. El ministro le preguntó:

— ¿Joven, usted cree que su madre lo ama? El joven respondió:

— Yo no solamente creo, sino que yo sé que me ama. Entonces el ministro le preguntó si él podía ver el amor de su madre, si podía pesarlo, o medirlo. El joven contestó:

— Yo no puedo ver, ni pesar, ni medir el amor de mi madre; pero yo sé que me ama. Entonces el ministro poniendo su mano amorosa sobre el hombro izquierdo del joven, le dijo:

— Joven, Dios es amor. (1 Juan 4:8)

Así como es el amor, hay muchas otras cosas que no se ven; pero son tan reales o más reales que las cosas que se ven. Todos sabemos que todas las cosas que los hombres han hecho son producto de lo que no se ve, o sean las ideas o pensamientos de los hombres: la imprenta, antes que los hombres la vieran, estuvo en la mente de su inventor. Lo mismo podemos decir de la luz eléctrica, del telégrafo, del aeroplano, de la radio, de la televisión, etcétera. Un edificio, antes de ser construido, está en la mente de alguna persona o personas; después el arquitecto o los arquitectos ponen esas ideas en papel, hacen los planos, y más tarde construyen el edificio. No olvidemos, pues, que todo lo que nos rodea, que ha hecho el hombre, es producto de lo que no se ve.




Fuente:

Parameditar.com

sábado, 24 de abril de 2010

EL PUENTE

Y no solo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a él ya hemos recibido la reconciliación
(Romanos 5: 1 1).

No hace mucho tiempo, dos hermanos que vivían en granjas adyacentes (o sea, sus terrenos y fincas coligaban) cayeron en un conflicto. Este fue el primer conflicto serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma continúa. Nunca habían tenido un problema. Pero esta larga y beneficiosa colaboración terminó repentinamente.

Comenzó con un pequeño malentendido y fue creciendo hasta llegar a ser una diferencia mayor entre ellos, hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas sin hablarse Una mañana alguien llamó a la puerta de Luís. Al abrir la puerta, encontró a un hombre con herramientas de carpintero. "Estoy buscando trabajo por unos días", dijo el extraño: "quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda ser de ayuda en eso". "Si", dijo el mayor de los hermanos, "Tengo un trabajo para usted. Mire al otro lado del arroyo aquella granja, ahí vive mi vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. La semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros y el tomo su tractor y desvió el cauce del arroyo para que quedara entre nosotros. Bueno, el pudo haber hecho esto para enfurecerme, pero yo le voy a hacer una mejor".

¿Ve usted aquel montón de tablas y madera junto al granero? "Quiero que me construya una cerca, una cerca de dos metros de alto, no quiero verlo nunca jamás. " El carpintero le dijo: "Creo que comprendo la situación. Muéstreme donde están los clavos y la pala para hacer los hoyos de los postes y le entregare un trabajo que lo dejara satisfecho."

El hermano mayor le ayudo al carpintero a reunir todos los materiales y dejo su finca por el resto del día para ir por algunas cosas al pueblo. El carpintero trabajo duro todo el día midiendo, cortando, clavando. Y ya al atardecer, cuando Luís regreso, el carpintero justo había terminado su trabajo. El granjero quedo con los ojos completamente abiertos, no podía creer lo que estaba viendo. ¡No había ninguna cerca de dos metros! En su lugar había un puente ¡un puente que unía las dos granjas a través del arroyo! Era una fina pieza de arte, con todo y barandales.

En ese momento, su hermano menor, vino desde su granja y abrazando a su hermano le dijo: "¡Eres un gran tipo Luís, mira que construir este hermoso puente después de lo que te he hecho y te he dicho!". Estaban en su reconciliación los dos hermanos, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas y se alejaba "¡No, espera!", le dijo Luís al carpintero. "Quédate unos cuantos días mas. Tengo muchos proyectos para ti" "Me gustaría quedarme", dijo el carpintero, pero tengo muchos puentes mas que construir"







Fuente:
Parameditar.com

martes, 20 de abril de 2010

GUIADO DIA Y NOCHE...

Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tú vara y tu cayado me infundirán aliento. (Sal. 23:4)

El escritor H. W. McLaughlin cuenta que visito Irreal y conversó con un viejo pastor. Pensando en el Salmo 23, McLaughlin le preguntó al pastor cómo usaba él su cayado para consolar y guiara a las ovejas.

El anciano dijo que durante el día, siempre lleva el cayado atravesado sobre los hombros de manera que las ovejas puedan verlo. De alguna manera eso las tranquiliza y les asegura la presencia y protección del pastor. Luego le explicó que si les sorprende la oscuridad antes de que hayan podido llevar al rebaño a un lugar de descanso seguro para pasar la noche, o si quedasen atrapados en medio de la niebla y las ovejas no pudiesen ver el cayado, camina despacio al tiempo que golpea el suelo con el cayado. Aunque las ovejas no pueden ver el cayado, sí pueden oír los golpes, y por tanto siguen la dirección del sonido, concientes de que su pastor va delante de ellas.

La Palabra inspirada de Dios es para el cristiano lo que el cayado es para aquellas ovejas; es decir, le asegura la presencia, protección y provisión de Dios día y noche. A Veces vemos su guía muy claramente en las Escrituras. Sin embargo, otras veces hemos de escuchar con especial atención al Espíritu de Dios cuando nos habla a través de las Escrituras. El Espíritu de Dios nos dará la seguridad de que nuestro pastor, aunque no podamos verlo, siempre esta con nosotros.

NO NECESITAS SABER A DONDE VAS CUANDO SABES QUE QUIEN TE GUÍA ES DIOS

sábado, 17 de abril de 2010

LOS TRES ÁRBOLES

Había una vez tres árboles en una colina de un bosque. Hablaban acerca de sus sueños y esperanzas.

El primero dijo:

"Algún día seré cofre de tesoros. Estaré lleno de oro, plata y piedras preciosas. Estaré decorado con labrados artísticos y tallados finos. Todos verán mi belleza".

El segundo árbol dijo:

"Algún día seré una poderosa embarcación. Llevaré a los más grandes reyes y reinas a través de los océanos, e iré a todos los rincones del mundo. Todos se sentirán seguros por mi fortaleza y mi poderoso casco".

Finalmente el tercer árbol dijo:

"Yo quiero crecer para ser el más recto y grande de todos los árboles en el bosque. La gente me verá en la cima de la colina, mirará mis poderosas ramas y pensarán en el Dios de los cielos, y cuán cerca estoy de alcanzarlo. Seré el más grande árbol de todos los tiempos y la gente siempre me recordará".

Tras unos años de oración para que sus sueños se convirtieran en realidad, un grupo de leñadores vino donde estaban los árboles.

Cuando uno vio al primer árbol dijo: "Este parece un árbol fuerte, creo que podría vender su madera a un carpintero", y comenzó a cortarlo. El árbol estaba muy feliz debido a que sabía que el carpintero podría convertirlo en cofre para tesoros.

El otro leñador dijo mientras observaba al segundo árbol:

"Parece un árbol fuerte, creo que lo podré vender al carpintero del puerto". El segundo árbol se puso muy feliz porque sabía que estaba en camino a convertirse en una poderosa embarcación.

El último leñador se acercó al tercer árbol, este muy asustado, pues sabía que si lo cortaban, su sueño nunca se volvería realidad. El leñador dijo entonces: "No necesito nada especial del árbol que corte, así que tomaré éste", y cortó el tercer árbol.

Cuando el primer árbol llegó donde el carpintero, fue convertido en un cajón de comida para animales, y fue puesto en un pesebre y llenado con paja. Se sintió muy mal pues eso no era por lo que tanto había orado.

El segundo árbol fue cortado y convertido en una pequeña balsa de pesca, ni siquiera lo suficientemente grande para navegar en el mar, y fue puesto en un lago. Y vio como sus sueños de ser una gran embarcación cargando reyes habían llegado a su final.

El tercer árbol fue cortado en largas y pesadas tablas y dejado en la oscuridad de una bodega.

Años más tarde, los árboles olvidaron sus sueños y esperanzas por las que tanto habían orado. Entonces un día un hombre y una mujer llegaron al pesebre. Ella dio a luz un niño, y lo colocó en la paja que había dentro del cajón en que fue transformado el primer árbol. El hombre deseaba haber podido tener una cuna para su bebé, pero este cajón debería serlo. El árbol sintió la importancia de este acontecimiento y supo que había contenido el más grande tesoro de la historia.


Años más tarde, un grupo de hombres entraron en la balsa en la cual habían convertido al segundo árbol. Uno de ellos estaba cansado y se durmió en la barca. Mientras ellos estaban en el agua una gran tormenta se desató y el árbol pensó que no sería lo suficientemente fuerte para salvar a los hombres. Los hombres despertaron al que dormía, éste se levantó y dijo: "¡Calma! ¡Quédate quieto!" y la tormenta y las olas se detuvieron. En ese momento el segundo árbol se dio cuenta de que había llevado al Rey de Reyes y Señor de Señores.

Finalmente un tiempo después alguien vino y tomó al tercer árbol convertido en tablas. Fue cargado por las calles al mismo tiempo que la gente escupía, insultaba y golpeaba al Hombre que lo cargaba. Se detuvieron en una pequeña colina y el Hombre fue clavado al árbol y levantado para morir en la cima de la colina. Cuando llegó el domingo, el tercer árbol se dio cuenta que él fue lo suficientemente fuerte para permanecer erguido en la cima de la colina, y estar tan cerca de Dios como nunca, porque Jesús había sido crucificado en él.

La moraleja de esta Historia es:

Cuando parece que las cosas no van de acuerdo a tus planes, debes saber que siempre Dios tiene un plan para uno.

Si pones tu confianza en él, te va a dar grandes regalos a su tiempo.

Recuerda que cada árbol obtuvo lo que pidió, sólo que no en la forma en que pensaba.

No siempre sabemos lo que Dios planea para nosotros, sólo sabemos que:

Sus Caminos no son nuestros caminos, pero sus caminos siempre son los mejores!!!

lunes, 12 de abril de 2010

CUIDADO CON LAS DISTRACCIONES!!!

“…y para que sin impedimento os acerquéis al Señor” (1 Corintios 7:35).

Si un niño está jugando con algo que usted no quiere que el juegue, ¿cómo lo podrá quitar de su mano? Si lo toma a la fuerza, llorará por horas. Entonces la mejor manera es distraer su atención con otras cosas interesantes.

Mientras su atención esté desviada usted podrá retirar y esconder el juguete. Es exactamente de esta forma que el diablo nos tienta. Usa los anzuelos de la riqueza, de la fama o del placer para distraernos y tomar, de nuestros corazones, la confianza en Dios. ¿Hemos nosotros permitido que el diablo nos distraiga con los placeres de este mundo? ¿El deseo de poseer muchos objetos y la vanidad de tornarnos famosos han sustituido, como prioridad, nuestra fe, amor y comunión con Dios?

El diablo sabe que nada puede proporcionar más alegría y dicha que estar en la presencia del Señor, adorar Su santo nombre, caminar bajo Su protección, tener pecados perdonados y el nombre escrito en el Libro de la Vida. Pero sabe también que las luces engañadoras de este mundo provocan un fascínio en la vida de aquéllos que no están aún firmes espiritualmente y es la oportunidad que él tiene de alejar a los hijos de Dios de Su maravillosa presencia.

Necesitamos estar atentos y seguros en las manos de Jesús.
Necesitamos colocar nuestras vidas en Su altar y pedir que no permita cualquier distracción. No queremos ser engañados de ninguna forma por las astutas artimañas de aquél que, ya derrotado, intenta también tirar nuestra victoria.
La victoria es nuestra por la sangre de Jesús. Queremos y debemos conservarla por toda la eternidad.



Fuente.
http://estacionsionradio.tk/